Se trata de un baño electrolítico que produce una película metálica brillante aplicada sobre una base de níquel, generando así una extrema dureza en el acabado final lo cual hace innecesario el uso de lacas protectoras.
Este acabado, trabajado de manera artesanal pieza por pieza, se produce a través de una pátina simulando de esta manera un desgaste natural del broce. Recubierto con una laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Producido por un baño electrolítico sobre una base de bronce con una superficie mate, recubriéndose con una laca protectora horneada a 200 grados de temperatura.
Un proceso manual y artesanal de envejecimiento trabajado pieza por pieza, generan la oxidación del bronce. Luego las mismas son protegidas con una laca mate que se hornea a 200 grados de temperatura que da como resultado el óxido.
Sobre una base mate de cobre se realiza un arduo trabajo de nuestro equipo para patinar pieza por pieza. Una vez envejecido el cobre se aplica una película de laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Combina el trabajo industrial de galvanoplastia con el trabajo artesanal de nuestros profesionales en el rubro. Una base de níquel sumado a una pátina dan como resultado este acabado. Recubierto con una laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Trabajado de manera artesanal, pieza por pieza. Varias inmersiones, combinado con el trabajo de nuestro equipo galvánico, generan el envejecimiento del bronce hasta llegar al color deseado, para luego aplicar la laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Es una pintura bicapa aplicada en polvo, termoconvertida en dos etapas cada una de ellas horneada a 200 grados de temperatura generando así una mayor resistencia y durabilidad del acabado final.
Las piezas en este acabado se recubren con un baño electrolítico de oro 24 kilates. Luego son protegidas por una laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Este acabado, trabajado de manera artesanal pieza por pieza, se produce a través de una pátina simulando de esta manera un desgaste natural del broce. Recubierto con una laca protectora que se hornea a 200 grados de temperatura.
Trabajado de manera artesanal, pieza por pieza. Varias inmersiones, combinado con el trabajo de nuestro equipo galvánico, generan el envejecimiento del bronce hasta llegar al color deseado, para luego aplicar la laca protectora mate que se hornea a 200 grados de temperatura.